
Dióxido de carbono congelado podría ayudar a crear colonias lunares
Visualización de una hipotética instalación minera en la superficie lunar donde los mineros extraerían oxígeno del suelo volcánico de Mare Serenitatis. Un nuevo estudio confirmó la presencia de depósitos fríos en el extremo sur de la Luna, donde podría existir CO2 congelado, un recurso vital para misiones extraplanetarias futuras. (NASA)
El dióxido de carbono congelado en la Luna podría ser la clave para la colonización extraplanetaria, dicen los científicos, tras haber confirmado la existencia de depósitos de dióxido de carbono en la superficie lunar.
En los polos de la Luna, las regiones que se encuentran siempre a sombra llegan a estar más frías que las áreas más frías de Plutón y se ha teorizado que en estos lugares se encuentren depósitos de dióxido de carbono. De existir, el dióxido de carbono congelado podría tener distintas aplicaciones para establecer una presencia permanente en el satélite.
“Cuando inicié el estudio, la pregunta era, ‘¿Se puede afirmar con seguridad que hay depósitos de dióxido de carbono o no?’” dijo el autor principal del estudio, Norbert Schörghofer, del Instituto de Ciencias Planetarias. Admitió su “sorpresa” de que existen “regiones que tienen la temperatura indicada para ello, sin duda alguna”.

Aunque existen zonas frías confirmadas y mapeadas, en un estudio publicado en Geophysical Research Letters, los autores advierten que esto no garantiza la presencia de CO₂ congelado.
Si se pudiera encontrar dióxido de carbono congelado en el satélite, misiones espaciales futuras podrían utilizarlo para producir combustible para los cohetes, biomateriales y hasta acero, dicen los científicos. En 2020, se encontraron restos moleculares de agua en la superficie lunar, lo que aumenta la seguridad de los científicos de poder mantener una presencia robótica y humana en la Luna para la exploración y colonización extraplanetaria.
Los científicos analizaron los registros de temperatura de más de una década reportados por el Diviner Lunar Radiometer Experiment, el cual se encuentra ubicado en el Lunar Reconnaissance Orbiter de la NASA. Los investigadores localizaron numerosos depósitos fríos en el Polo Sur del satélite, los cuales cubren una superficie de 204 km2. La región contigua más amplia, la cual cubre 82 km2, fue encontrada en el cráter de Amundsen. La temperatura en la región es, aproximadamente, de -231 ° C.

Los depósitos fríos del satélite pueden mantener al dióxido de carbono en un estado sólido, incluso cuando la temperatura aumenta durante el verano lunar. El estudio del dióxido de carbono lunar, al igual que otras substancias y elementos que puedan vaporizarse podrían ayudar a los investigadores a buscar el origen del agua y otros elementos en la Luna.
Ahora que las zonas frías se han detectado, deberán hacerse políticas internacionales para la extracción y el continuo estudio de recursos lunares. Debido a los usos potenciales, los depósitos de dióxido de carbono congelado han llamado la atención de compañías privadas y distintos gobiernos, dicen los investigadores.
“Estos deben ser los sitios de más alta prioridad para las siguientes misiones de alunizaje”, dijo Paul Hayne, de la Universidad de Colorado, quién no participó en el estudio. “Este estudio especifica a que lugares debe dirigirse el ser humano para encontrar respuestas a los grandes enigmas de la superficie lunar, las substancias volátiles de la Luna y su entrega desde otras partes del sistema solar”.
Traducción de Mario Alberto Vázquez; editado por Mario Alberto Vázquez y Melanie Slone