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Grupos de misioneros cautelosos ante aumento de secuestros en Haití, con rapto de 17 personas

Según los informes, las pandillas controlan hasta la mitad de Puerto Príncipe y secuestran a agentes de policía, empresarios e incluso ministros.

La pandilla que secuestró a 17 misioneros cerca de la capital de Haití, Puerto Príncipe, en las primeras horas del 16 de octubre, está exigiendo 17 millones de dólares — un millón por persona — para la liberación del grupo, según fuentes del gobierno.

El grupo secuestrado de 16 ciudadanos estadounidenses y un ciudadano canadiense se conforma por seis hombres, seis mujeres y cinco niños, según Christian Aid Ministries. Se dice que uno de los niños tiene dos años.

Christian Aid Ministries, con sede en Ohio, dijo que las 17 personas asociadas con la organización sin fines de lucro se dirigían desde un orfanato al aeropuerto del país cuando fueron secuestradas. Los funcionarios señalan a los miembros de la pandilla 400 Mawozo como los que secuestraron a los miembros de la organización, entre los que están cinco niños. También alegan que la banda Mawozo secuestró a cinco sacerdotes y dos monjas este año.

Los secuestros en Haití han aumentado en un 300 por ciento este año, según el Centro de Análisis e Investigación de Derechos Humanos, una organización sin fines de lucro con sede en Puerto Príncipe. Gran parte del aumento se atribuye a la pandilla 400 Mawozo, que ha sido pionera en los secuestros de grupos en autobuses y automóviles y ha aumentado a 150 miembros, informó el centro.

Según los informes, las pandillas controlan hasta la mitad de Puerto Príncipe y secuestran a agentes de policía, empresarios e incluso ministros en pleno sermón.

“Esta pandilla cometió un grave error de cálculo.” Dan Shoemaker, Reciprocal Ministries International

Dan Shoemaker, presidente de Reciprocal Ministries International, en Lehigh Acres, Florida, una organización sin fines de lucro que opera en Haití, había especulado que la pandilla podría exigir hasta 17 millones de dólares para la liberación segura de los rehenes.

Desastres acumulados

“Christian Aid Ministries está presente en todo el mundo, y si la pandilla hizo su tarea, sabrá que es una gran organización”, dijo Shoemaker. Su ministerio opera a unos 260 kilómetros de Puerto Príncipe, en una parte más segura de la nación isleña que se está recuperando de la escasez de todo, desde combustible hasta productos comestibles.

En julio, una banda de mercenarios asesinó a tiros al presidente de Haití, Jovenel Möise, en su propia casa. En agosto, un terremoto mortífero y una tormenta tropical devastaron el país, y provocaron deslizamientos de tierra, lo que dejó a algunos residentes sin hogar.

La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios ha dicho que los desastres consecutivos “han exacerbado vulnerabilidades preexistentes”, como la inseguridad alimentaria y el aumento de la violencia de las pandillas. Como resultado, miles de haitianos han intentado emigrar a Estados Unidos en los últimos meses.

“Los estantes de las tiendas están casi vacíos en algunos casos”, dijo Shoemaker. Su personal de 45 trabajadores, en su mayoría habitantes de Haití, está a salvo. En sus más de tres décadas de ministerio, Shoemaker dijo que nadie en su organización ha sufrido daños. No obstante, la amenaza de la violencia está siempre presente en la capital, con hasta nueve bandas que compiten por el dominio.

“Esta pandilla cometió un grave error de cálculo”, dijo Shoemaker sobre el reciente secuestro, y agregó que las pandillas suelen atacar a los lugareños. “Ahora atraerán la atención y la ira de la comunidad internacional”.

La administración de Biden ha reconocido que el FBI y el Departamento de Estado ahora están involucrados.

Actividad de pandillas en aumento

El 17 de octubre, los haitianos conmemoraron la muerte de Jean-Jacques Dessalines, un héroe revolucionario haitiano. El primer ministro Ariel Henry y su equipo de seguridad no pudieron colocar una corona de flores en una ceremonia en la que miembros de pandillas armados dispararon armas, lo que los obligó a retirarse, dijo Shoemaker.

Un miembro asociado con Christian Aid Ministries sospecha que el ataque podría ser una represalia por los dos pandilleros arrestados por la policía esa misma semana. Shoemaker dijo que la policía está superada en personal y armas por las pandillas en la capital.

Los secuestros son una tendencia creciente en Puerto Príncipe, donde las pandillas controlan casi la mitad de la capital. El Departamento de Estado informó que al menos 400 secuestros ocurrieron este año; otros sospechan que el número está más cerca de 600, o quizás más de mil desde enero.

Producido en asociación con Religion Unplugged.

Traducción de Yerem Mújica; editado por Yerem Mújica y Melanie Slone

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