Doble golpe: desempleo e inflación afligen a Reserva Federal de Estados Unidos
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo al Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes el 30 de septiembre que los funcionarios esperan que la alta inflación disminuya una vez que la economía se haya reabierto. (Graeme Jennings-Pool/Getty Images)
Conforme la inflación alcanza máximos no vistos desde la primera Guerra del Golfo a principios de la década de 1990, y el desempleo persiste, el más importante regulador financiero federal de Estados Unidos dijo al Congreso que su herramienta principal para desacelerar los aumentos de precios, que es aumentar las tasas de interés, también podría minar el crecimiento del empleo.
“Esa es la posición difícil en la que nos encontramos”, dijo el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, al Congreso el 30 de septiembre, un día antes de que los funcionarios federales recibieran otro informe que mostraba que la inflación alcanzaba su máximo en 30 años.
Es posible que la Reserva Federal no tenga que recurrir a herramientas para frenar la inflación, dijo Powell, aunque reconoció que el aumento de los precios de los bienes y servicios estuvo muy por encima del objetivo anual de la Reserva, del dos por ciento.

En realidad, crecieron a más del doble, según lo indica la publicación del índice de precios en gastos de consumo personal (PCE por sus siglas en inglés), la cual mostró que los precios de bienes y servicios de agosto de 2021 aumentaron 4.3 por ciento respecto a los de agosto de 2020. El incremento de agosto del 0.4 por ciento fue el mismo que en julio. Diane Swonk, economista jefa de Grant Thornton, dijo que fue el salto anual más alto en la inflación desde 1991.
“Un agudo aumento en los precios de la energía fue el mayor contribuyente a la inflación general en agosto, una tendencia que continuará en septiembre y que interfiere con la capacidad de los trabajadores con salarios bajos para desplazarse a empleos más alejados de los centros urbanos”, escribió Swonk.
El índice de inflación es una de las medidas que la Junta de la Reserva Federal monitorea para sus decisiones de políticas, señaló Swonk, las cuales pronto incluirán si desacelerar los apoyos de la pandemia para los mercados, mediante la compra mensual de 120 mil millones de deudas hipotecarias y del tesoro, o aumentar las tasas de interés al elevar la tasa de fondos federales, que enfriaría la inflación.
Sin embargo, Powell dijo al Congreso que los esfuerzos para combatir la inflación a través de tasas de interés mayores también podrían terminar por ralentizar el crecimiento del empleo, ya que los préstamos se volverían más costosos, lo que podría debilitar la expansión comercial. Este es uno de los retos únicos en la gestión de la recuperación, dijo Powell.

Generalmente, cuando el desempleo es alto, la inflación es baja, dijo Powell, lo cual proporciona a la Reserva una herramienta útil para impulsar la economía mediante la reducción de las tasas de interés. Sin embargo, la pandemia ha creado un escenario único de inflación alta junto con niveles elevados de desempleo.
Si bien la inflación está muy por encima del objetivo del dos por ciento de la Reserva, Powell y los miembros del banco central creen que la inflación alta es únicamente temporal.
“Tenemos la expectativa de que esta alta inflación se detendrá gradualmente, porque creemos que los factores que la provocan son temporales y están relacionados con la pandemia y con la reapertura de la economía”, dijo.
No está claro cuándo sucederá, dijo al panel del Congreso. Las interrupciones en las cadenas de suministro son un contribuyente significativo para la inflación, dijo Powell, lo cual es algo sobre lo que su organización no tiene control. Además, el gasto de los estímulos ha ayudado a elevar la inflación.
Powell dijo que los esfuerzos para combatir la pandemia conducirán a un mayor crecimiento del empleo, mientras que la reapertura continua de la economía causará que la inflación caiga.

“Los factores relacionados con la pandemia, como necesidades de cuidados de terceros y los temores continuos del virus, parecen estar afectando el crecimiento del empleo”, dijo Powell.
Mientras tanto, la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio informó que la gente gastó más en agosto, ya que los desembolsos para consumo personal aumentaron un 0.8 por ciento en general y un 0.4 por ciento después de tomar en cuenta la inflación.
Gran parte de estos desembolsos se destinaron a útiles escolares, ropa, recreación y otros bienes perecederos. Sin embargo, sigue bajo el gasto en artículos de gran valor, como automóviles y viviendas, en parte porque la escasez en las cadenas de suministro sigue obstaculizando los mercados, dijo Swonk. Además, los consumidores se sienten intimidados por los precios más altos, agregó.
Los datos muestran que los hábitos de gasto de los consumidores que cambiaron debido a la pandemia aún persisten, escribió en Twitter el profesor de economía de la Universidad de Harvard Jason Furman, como el hecho de que la gente gaste más en bienes y menos en servicios. De hecho, Furman señaló que, en comparación con las proyecciones previas a la pandemia, el gasto en bienes aumentó un ocho por ciento sobre la tendencia pronosticada, mientras que el gasto en servicios está un cinco por ciento por debajo de la tendencia.
Es de observar que la gente ha regresado en gran medida a los restaurantes, escribió, y señaló que el gasto de los consumidores en este servicio ha vuelto a los niveles esperados incluso sin una pandemia.
“Algunas de las grandes deficiencias de servicios que permanecen se encuentran en los sectores de la salud, la recreación y el transporte”, escribió Furman.

No obstante, aunque el gasto aumentó, la gente también tuvo menos dinero para gastar.
El ingreso personal disponible descendió un 0.3 por ciento en agosto, con la inflación tomada en cuenta. La caída se suscita después de que el mismo índice registró un aumento de los ingresos del 0.7 por ciento en julio. Swonk de Grant Thornton anticipa más pérdidas de ingresos en septiembre, ya que el final de los beneficios por desempleo extendidos comenzará a verse reflejado en los datos.
“La ventaja de los salarios más altos quedó eliminada por el aumento de la inflación durante el mes”, dijo Swonk.
Un factor que equilibra los datos fue mediante los pagos realizados a través de créditos fiscales mensuales para el cuidado infantil, que se ampliaron después de que el Congreso aprobara el Plan de Rescate Estadounidense de 1.2 billones de dólares en marzo. En lugar de un crédito de dos mil dólares por cada niño, el proyecto de ley amplió el crédito a 3,600 dólares para niños menores de seis años y a tres mil dólares para niños de seis a 17 años para 2021. Además, la extensión de crédito se puso a disposición en pagos mensuales, en lugar de entregarse como devoluciones de impuestos, dijo Tax Foundation, una organización de políticas tributarias sin fines de lucro.
El efecto de estos créditos no solo se refleja en los datos económicos, sino también en las cifras de pobreza, escribió Swonk.
“Los pagos mensuales del crédito tributario por hijos ayudaron a mejorar las ganancias de ingresos en agosto; también redujeron drásticamente la incidencia de familias que informaron haber tenido que omitir comidas desde que se instituyeron los aumentos en julio”, dijo.
Traducción de Yerem Mújica; editado por Yerem Mújica y Melanie Slone