
Aguas negras: inundaciones arrasan en Tula, México, con un nuevo desbordamiento de río
Elementos del Ejército apoyan en las labores de rescate en Tula, Hidalgo, México. (Cortesía de Francisco Villeda)
CIUDAD DE MÉXICO, México — La situación es crítica en la región de Tula de Allende, en el estado mexicano de Hidalgo. Una serie de inundaciones, derivadas del desbordamiento del río Tula, a causa de las lluvias y del manejo del drenaje en el Valle de México, han causado estragos en la región.
El saldo hasta el momento es de 17 muertos, más de 70 mil damnificados, 31 mil viviendas afectadas en nueve municipios, y mil 300 negocios en la ruina.
La coordinadora Nacional de Protección Civil, Laura Velázquez Alzúa, publicó en el Diario Oficial de la Federación el 21 de septiembre, la Declaratoria de Emergencia para los municipios de Chilcuautla, Ixmiquilpan, Mixquiahuala de Juárez, Tasquillo, Tezontepec de Aldama, Tepeji del Río de Ocampo, Tlahuelilpan, Tlaxcoapan y Tula de Allende, con la finalidad de acceder a los recursos del programa de emergencias por amenazas naturales.

La madrugada del 7 de septiembre fue crucial para los habitantes de la zona céntrica de Tula, y de sus alrededores. Las fuertes lluvias y el derrame del río, con aguas negras, hicieron que el nivel de agua aumentara a un ritmo acelerado. En algunas zonas alcanzó los tres metros de altura. Hogares, comercios y el hospital de Seguro Social (IMSS) de Tula de Allende quedaron sumergidos en el agua en muy poco tiempo. Varios pacientes del centro médico fallecieron, tras el colapso de la red eléctrica y la perdida de la respiración asistida.
“Nadie pudo sacar nada. Agarró todo de improviso. Las personas se subieron a sus casas y permanecieron arriba desde las 12 de la noche y 1 de la madrugada, que empezó la creciente. Con escaleras, cuerdas y equipo les estuvimos haciendo llegar agua y comida. Después que bajó el agua un metro o metro y medio, comenzamos a rescatarlos con lanchas del Ejército y con todo lo que se podía”, dijo a Zenger Eduardo Barrera, rescatista de la Cruz Roja en Tula.

Jovanny Villaseñor, de 32 años, rentaba una vivienda en el centro de Tula, donde vivía junto a su pareja y su hijo de tres años. Perdió su camioneta y varios bienes materiales a causa de la inundación. Aunque conserva su trabajo, como vendedor en una tienda de llantas, sus ingresos han caído el 50 por ciento, debido a la crisis económica en la región. Dice que le tomará más tiempo recuperarse. Al igual que varios habitantes, reclama que las autoridades no avisaron ni desalojaron ante el desastre que se avecinaba.
“No solo pienso en mí, sino en todas las familias. El presidente municipal no evacuó. Conozco amigos en Tepeji del Río, donde los evacuaron desde las 5 de la tarde [del 6 de septiembre]. Si nos hubieran dicho, desde las 9 p.m. hubiera agarrado la camioneta, papeles importantes, agua, unas mudas de ropa para unos días y me hubiera ido con la familia al cerro”, dijo a Zenger.
El tema es serio para los habitantes, quienes ya presentan problemas de salud derivados de la contaminación por las aguas residuales. Aunque se han organizado varias brigadas para limpiar y desinfectar la zona, la situación actual en el río enciende las alarmas. Diez días después de la primera inundación, el río se ha desbordado en tres ocasiones y hay riesgo de una nueva crecida.
“Como algunos otros vecinos, muchos sufrimos problemas de la piel por consecuencia de las aguas negras del río”, dijo a Zenger Héctor Estrada, damnificado de Tula. “Constantemente estamos en alerta. Es este miedo de muchas familias que viven en una casa de una planta o en una casa pequeña. Ahorita, podemos estar tranquilos, pero a las 9 u 11 de la noche, pueden estar alertando que volvemos a estar en riesgo, que hay que desalojar la vivienda. No creemos que regresemos a la normalidad muy pronto”, dijo.
⚠️#Urgente⚠️
El Gobierno de #Tula, #Hidalgo comunica:
“#CONAGUA informa que debido a las aportaciones por propia y al causal proveniente del TEC y el TEO, se espera que a partir de las tres de la tarde ascienda el nivel del #RíoTula hasta alcanzar su capacidad crítica…
1/2 pic.twitter.com/Ce3kGnUWnf
— Protección Civil México (@CNPC_MX) September 19, 2021
Ante la situación de constante emergencia, el gobernador del estado de Hidalgo, Omar Fayad, ha buscado crear un plan para mitigar la contaminación en la región, y atribuyó la situación al caudal de las lluvias y aguas residuales del Valle de México que desembocan en el estado.
“El centro de México se alimenta con el agua de Hidalgo, y además, Hidalgo le recibe el agua residual, y quiero que lo sigamos haciendo … Pido que nos unamos todos los órdenes de gobierno para resarcir el daño ecológico producido a la región de Tula por décadas”, dijo.
Consulta los Centros de Acopio que instalamos en el @gobiernohidalgo para apoyar a las familias afectadas por las inundaciones en Tula, Ixmiquilpan y otros municipios en https://t.co/bblENjw62s. ¡Con tu ayuda vamos a salir adelante 🙏🏽💪🏽! pic.twitter.com/FWGQhMqeHV
— Omar Fayad (@omarfayad) September 17, 2021
A lo largo de varios años, el río Tula se ha visto afectado por la contaminación de las aguas residuales. En 1974, el caudal, que transportaba agua limpia, se conectó al Túnel Emisor Central (TEC), para transportar agua del drenaje proveniente de la Ciudad de México y el Estado de México. En 2019, entró en funcionamiento la conexión del río al Túnel Emisor Oriente (TEO), para duplicar la capacidad del drenaje.
En 2017, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) quiso poner en marcha un proyecto con la finalidad de ampliar, revestir y rehabilitar el río Tula. Sin embargo, el impacto ecológico causado en un principio, al talarse más de mil árboles como parte de los trabajos, llevó a pobladores de comunidades aledañas a detener la obra.
René Romo Rivera, ambientalista del Colectivo de Comunidades en Defensa de la Vida y el Territorio de la Región Tolteca, dijo que se tuvo acercamiento con autoridades para buscar alternativas, como mandar excedente al Valle del Mezquital, en el mismo estado, y evitar que el cauce del río Tula se volviera un canal de grandes dimensiones para trasladar las aguas residuales del Valle de México.
“Se presentó la propuesta de la mano de gente con experiencia en obra civil del sindicato de trabajadores de obra de construcción. Desde que se detuvo la obra, estuvimos con la gente de la Comisión Nacional del Agua del municipio y del estado de Hidalgo; buscamos a diputados locales y federales. En noviembre de 2019, se le mencionó al actual gobernador que Tula no tiene que ser la cloaca del Estado de México al recibir grandes volúmenes de agua negra … Nunca tuvimos una respuesta por parte de las autoridades”, dijo a Romo Rivera a Zenger.

El manejo de las aguas residuales se complica con la llegada de las lluvias, las cuales han bañado el valle de México de forma intensa, tras varios meses de intensas sequías, dijo Víctor Bourguett, Director General del organismo de Cuenca Aguas del Valle de México (OCAVM). La situación que se vive en la presa Requena, que colinda con Tula de Allende, ha sido crítica.
“La Conagua puede manejar el agua hasta cierto punto, pero cuando es demasiada, no tenemos suficiente infraestructura para poder detenerla en algún lado, como ocurrió en Hidalgo, que la presa Requena fue rebasada por tanta agua que le llegó”, dijo.
Editado por Melanie Slone y LuzMarina Rojas-Carhuas