
Lucha interna demócrata amenaza con obstruir proyectos de reconciliación y de infraestructura
El senador Rob Portman (republicano por Ohio) y la senadora Kyrsten Sinema (demócrata por Arizona) responden preguntas durante una conferencia de prensa, después de una votación en el Senado sobre el marco de proyecto bipartidista de ley de infraestructura, el 28 de julio. Los demócratas están trabajando en una reconciliación presupuestaria para aprobar el proyecto de ley con una mayoría simple de votos en el Senado. (Alex Wong/Getty Images)
Un estancamiento entre los demócratas en el Congreso pone en peligro sus posibilidades de aprobar un proyecto de ley de reconciliación presupuestaria de 3.5 billones de dólares, y si no se resuelve, podría arruinar los planes de la Cámara para que se acepte el plan de infraestructura de 1.2 billones de dólares aprobado por el Senado.
Frente a la fecha límite de esta semana impuesta por parte del liderazgo a los distintos comités para que completen sus partes del proyecto de ley de reconciliación, y con la Cámara lista para votar sobre el proyecto de ley antes del 27 de septiembre, se les ha dificultado a los demócratas encontrar el consenso. Llegar a un acuerdo antes de la fecha límite podría resultar difícil, ya que los legisladores progresistas se enfrentan con los moderados por el elevado precio de la resolución presupuestaria.
“No tienen mucho tiempo, y una vez que entremos al próximo año, será mucho más difícil promulgar la legislatura, ya que es un año electoral”, dijo a Zenger Peter Bergerson, profesor de ciencias políticas en la Universidad de la Costa del Golfo de Florida.

A pesar de su escasa mayoría en el Senado (que incluye a dos independientes que se unen a ellos), los demócratas enfrentan el desafío de encontrar la unidad en el proyecto de ley de reconciliación, que se cree no obtendrá ningún voto republicano. Los demócratas aspiran a que se apruebe esta reconciliación presupuestaria mediante una mayoría simple de votos en el Senado.
Si bien ambas cámaras aprobaron un marco presupuestario de 3.5 billones de dólares para la próxima década, algunos demócratas moderados, entre ellos los senadores Joe Manchin (demócrata por Virginia Occidental) y Kyrsten Sinema (demócrata por Arizona) han dicho que tienen la intención de disminuir esta cifra en el proyecto final. Sus colegas progresistas no están de acuerdo.
Durante sus entrevistas en programas de televisión matutinos el domingo, Manchin indicó que 1.5 billones sería la cantidad más alta que él estaría dispuesto a apoyar para el plan de gastos. También cuestionó los plazos establecidos por el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer (demócrata por Nueva York) y por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy P. Pelosi (demócrata por California).
“[Schumer] no va a recibir mi voto sobre los 3.5 [billones], y Chuck lo sabe. Ya hemos hablado de esto”, dijo Manchin en el programa “State of the Union”, de CNN.
“Ya hemos gastado 5.4 billones de dólares y hemos tratado de ayudar a los estadounidenses de todas las formas posibles; gran parte de la ayuda que hemos ofrecido todavía sigue vigente, y va a permanecer disponible hasta el próximo año, 2022. ¿Cuál es la prisa?”
El límite de negociación trazado por Manchin puede impulsar a los demócratas progresistas a responder con su propio ultimátum, lo cual podría arruinar tanto el proyecto de ley de reconciliación como el de infraestructura, que obtuvo apoyo bipartidista en la votación del Senado.

El representante Jamaal Bowman (demócrata por Nueva York) ha dicho que no puede descartar votar en contra del proyecto de ley de infraestructura si Manchin logra sus objetivos y logra disminuir el costo de la resolución. El proyecto de ley de mayor presupuesto tiene como objetivo expandir la red de seguridad social e incluye varios elementos del plan “Reconstruir Mejor” del presidente Joseph R. Biden Jr.
“Ya veremos cuando llegue el momento”, dijo Brown a MSNBC el lunes. “Pero todavía nos quedan varias semanas de negociación para asegurarnos de que todos estemos en sintonía antes de que llegue el momento de votar”.
Otros progresistas de la Cámara han condicionado sus votos para el proyecto de ley de infraestructura a la aprobación en el Senado del proyecto de ley de reconciliación. Lo anterior requiere el apoyo de Manchin; los demócratas no pueden permitirse perder los votos de ningún miembro del partido en el Senado.
De manera similar, la pérdida de solo unos pocos votos demócratas podría bloquear el proyecto de ley de reconciliación en la Cámara.
“Ya tenemos los dos límites demarcados”, dijo Bergerson. “Lo que quiere Manchin es bajar esa línea a 1.5 billones de dólares. En el límite opuesto tenemos lo que el presidente Biden y otros demócratas quieren, 3.5 billones de dólares. El acuerdo va a quedar en algún lugar intermedio.
“Van a tener que ajustarlo y agregar matices que endulcen el trato para Manchin, así como para algunos de los otros demócratas. También puede que se agreguen algunas partes individuales para terminar de cerrar el trato”.
Cambiar la forma en que se financia el proyecto de ley podría ser una forma de persuadir a los moderados.

El Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes publicó un plan de financiamiento el lunes que propone una serie de aumentos de impuestos, entre los más importantes están: elevar la tasa del impuesto corporativo al 26.5 por ciento, agregar un sobreimpuesto del 3 por ciento a los que más ganan y elevar el impuesto básico a las ganancias de capital al 25 por ciento. El plan recaudaría más de 2 billones de dólares en ingresos durante 10 años, según el comité, y pagaría más de la mitad de la agenda de gastos.
“La Cámara cumplió con su promesa de compensar la mayor parte o la totalidad del costo de las inversiones con considerables aumentos de ingresos y ahorros para la salud. Esto debería poner fin a los debates vagos sobre el ‘tamaño’ del paquete y centrar la discusión en las políticas específicas incluidas en esta legislación innovadora”, dijeron Chuck Marr, director senior de política tributaria federal en el Centro de Presupuesto y Prioridades Políticas, y Samantha Jacoby, una analista legal tributaria senior en el mismo centro.
Los aumentos de impuestos propuestos podrían ser un atractivo para Manchin, quien ha dicho que está a favor de aumentar los impuestos a las corporaciones como una forma de pagar el plan de reconciliación.

Pero conforme se aproximan las elecciones intermedias de 2022, el precio final podría bajar, ya que los demócratas compiten por retener su poder en el Congreso.
“En cuanto al tamaño del proyecto de ley de gastos final, podría ser un poco menos de 3.5 billones, pero no mucho menos”, dijo a Zenger Eileen Appelbaum, codirectora del Centro de Investigaciones Económicas y Políticas. “Los defensores de las comunidades y las familias y sus representantes en el Congreso han formado una amplia coalición y se comprometieron a luchar por todo el paquete de prioridades de gasto. No será aceptable para ellos que se recorten algunas prioridades de gasto”.
Si bien los demócratas se encuentran en un punto muerto en el proyecto de ley de reconciliación, la propuesta de financiamiento del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes brinda un rayo de esperanza conforme avanzan las negociaciones entre los legisladores y la administración de Biden.
“Avanzan lentamente, pero se están moviendo hacia un acuerdo”, dijo Bergerson. “Parece que se ve una luz al final del túnel”.
Traducción de Yerem Mújica; editado por Yerem Mújica y Melanie Slone