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VIDEO: Hombre varado en México por COVID-19 se convierte en paracaidista profesional

Atrapado por la cuarentena, un turista adopta una nueva forma de vida.

Cuando un turista ruso se vio obligado a permanecer en México el año pasado, no solo se encontró a sí mismo, sino que también descubrió su nueva pasión: el paracaidismo.

Ahora, Sergey Aleseevich es un paracaidista profesional que entrena a otros para que disfruten de la experiencia.

“Llegué a México al inicio de COVID y no pude regresar a Rusia porque muchos vuelos se pospusieron debido a la cuarentena … Así que fue una oportunidad para encontrarme a mí mismo, y yo no tenía ningún deseo de volver a Rusia”, dijo Aleseevich a Zenger.

Desde entonces, ha publicado video tras video en Instagram, tanto de México como de Brasil.

Sergey Aleseevich, de Rusia, aprendió a ser instructor de paracaidismo cuando estaba atrapado en México durante el cierre pandémico el año pasado. (@ffracoon/Zenger)

Para convertirse en instructor en México, Aleseevich tomó un curso que requirió ocho saltos diferentes. Dijo que aprendió lo básico: “abrir el paracaídas, aterrizar, hacer algunas maniobras para estar en la posición correcta, con la panza hacia abajo”.

“Esto es muy importante porque la construcción del paracaídas solo permite que se abra desde esta posición”, dijo.

Aleseevich dijo que le gusta elegir lugares pintorescos: “Montañas hermosas, océanos; por supuesto, cuando elijo un lugar nuevo, miro a dónde voy, a quién voy, por qué voy. Volar a través de las nubes es lo mismo que volar entre algodón”.

Uno de sus lugares favoritos para saltar son las Maldivas, dijo, debido a su “belleza indescriptible”. También ha saltado en Venezuela y en Emiratos Árabes Unidos.

En Dubai, se ata una cámara a la cabeza y filma la acción, y siempre la publica en línea.

El paracaidismo es un deporte cada vez más popular en Estados Unidos, según la Asociación de Paracaidistas de Estados Unidos, conocida por los entusiastas como la USPA (por sus siglas en inglés). El año pasado, “los participantes realizaron aproximadamente 2.8 millones de saltos en más de 200 centros de paracaidismo afiliados a la USPA en todo el país”, dijo la organización.

Y para los principiantes preocupados por lanzarse a la tierra con un paracaídas defectuoso, no teman: las muertes por paracaidismo son extremadamente raras.

Sergey Aleseevich hace paracaidismo sobre las Islas Palma, de Dubai, Emiratos Árabes Unidos. (@ffracoon, @marushko, @maximignite/Zenger)
Fotografía del paracaidista ruso Sergey Aleseevich y un amigo, muy elevados sobre el Golfo Pérsico, cerca de Dubai. (@ffracoon/Zenger News)

“En 2020, la USPA registró 11 accidentes fatales de paracaidismo, una tasa de 0.39 muertes por cada 100 mil saltos. Esto es comparable a 2019, cuando los participantes hicieron más saltos (3.3 millones) y la USPA registró 15 muertes, una tasa de 0.45 por 100 mil”, dijo la asociación.

Esa estadística para 2020 significa una muerte por cada 256 mil saltos. En comparación, la anestesia general mata aproximadamente a uno de cada 200 mil pacientes quirúrgicos, según el anestesiólogo de la Clínica Cleveland, Christopher Troianos. Estas son peores probabilidades.

Aleseevich no se preocupa: una foto en su cuenta de Instagram muestra un certificado que marca su salto número cinco mil. Y eso fue hace dos años y medio.

La invención del paracaídas se atribuye a Leonardo da Vinci, en 1485, en papel. Pasarían más de tres siglos antes de que alguien intentara usarlo. André-Jacques Garnerin se lanzó en paracaídas a 975 metros, desde un globo de hidrógeno que flotaba sobre París en 1797, según el Museo Británico. Repitió la hazaña en Londres cinco años después.

Traducción de Yerem Mújica; editado por Yerem Mújica y Melanie Slone

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