¿La genética nos impide volar?
Un estudio reciente afirma que características moleculares específicas distinguen a aves de otras criaturas, lo que les permite volar. (Ashkan Forouzani/Unsplash).
A pesar de siglos de intentos para posibilitar al humano volar sin asistencia externa, seguimos sin poder impulsar nuestros cuerpos al aire.
Resulta que no solo se debe a que no tengamos alas. Un estudio reciente publicado en Science Advances explica que hay características moleculares específicas que distinguen a aves de otras criaturas, y estas diferencias permiten a las aves batir sus alas y volar.
Estudios anteriores demostraron que la capacidad para caminar de los mamíferos y reptiles está integrada en su médula espinal. Este nuevo estudio realizado por los profesores Avihu Klar, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, y Claudio Mello, de la Universidad de Ciencias y Salud de Oregon, arrojó que la capacidad de volar está integrada en la médula espinal de las aves.

Examinar las redes neuronales de embriones de pollos y de ratones reveló que la codificación genética de la molécula proteína efrina-B3 en las aves es fundamentalmente diferente a la de los mamíferos y reptiles.
“La molécula efrina-B3 está presente en mamíferos, pero mutada o ausente en aves. Esta simple, pero profunda diferencia es lo que permite a las aves batir sus alas y levantar el vuelo”, dijo Klar.
Los roedores tienen esta molécula en su forma más completa y, para avanzar, alternan izquierda y derecha con sus extremidades delanteras y traseras. Sin embargo, los ratones con una mutación de efrina-B3 se mueven con un salto sincrónico de los dos lados, derecho e izquierdo al mismo tiempo, similar a las aves.
El estudio, financiado por la Fundación Binacional de Ciencias Estados Unidos–Israel, “nos da una idea del enigma evolutivo: ¿cómo evoluciona el sistema nervioso para respaldar el movimiento de caminar, volar y nadar?”, dijo Klar.
El estudio allana el camino para que futuros experimentos revelen la evolución de las redes neuronales que permiten los distintos tipos de movimiento de las piernas y manos, una característica de los animales bípedos como las aves y los humanos”.
Esta bebé aprendió a ‘volar’.
“Are We Genetically ‘Grounded’ From Flying?” se publicó antes en Israel21C.
(Traducción de Yerem Mújica. Editado por Yerem Mújica y Melanie Slone)