Pensiones en México: vivir con 143 dólares al mes
CIUDAD DE MÉXICO, México — ¿Qué se puede comprar con 3 mil pesos mensuales en México? La realidad es que poco, y más si uno vive en alguna de las grandes ciudades del país.
Sin embargo, las personas pensionadas reciben esta cantidad, que equivale a unos 143 dólares.
De acuerdo con el INEGI (Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática), el costo promedio de vivir en zonas urbanas oscila entre 8,569.59 pesos (420 dólares) y 13,262.46 (650 dólares) por mes.
El riesgo de un retiro precario
A pesar de que el retiro para las generaciones actuales se vislumbra difícil, poco hacen los jóvenes para planear su vejez.
“Lo ven tan lejano que no piensan en él. Mucho es porque no saben qué son las Afores [cuentas de jubilación] ni lo que les deparan”, dijo Sandra Urbina actuaria por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y asesora financiera de Proyecto Vida.

Y hay otro elemento que entra en juego. Un alto porcentaje de mujeres y hombres en México tiene la esperanza de que alguien de la familia se hará cargo de ellos cuando sean viejos.
La encuesta “Ahorro y Futuro”, realizada por la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore) y la firma Buendía & Laredo revela que los mexicanos tienen la “ilusión” de que los hijos los ayudarán económicamente.
Entre las más de tres mil encuestas realizadas, el 56% dijo que, al llegar a la edad de retiro, espera que “alguien” los mantenga, y el 53% respondió que serían los hijos.
“¿Por qué no ahorramos los mexicanos? Cuando tienes hijos, [el dinero] no alcanza y, cuando estás joven, piensas que siempre habrá más tiempo”, dijo Luis Ángel Salazar, asesor de Afore Principal y padre de tres hijos. “Antes quieres viajar, comprar casa, divertirte. Y sí, muchos piensan que los hijos ayudarán. Pero… ¿y si eso no sucede? La recomendación es que, así como fijamos metas para [comprar] un auto o un viaje, así planeemos nuestro retiro”.

Ley de 1973 versus ley de 1997
Para comprender los sistemas de pensiones que existen en México hoy, debemos remontarnos a las décadas de 1980 y 1990, y las reformas de liberación financiera instrumentadas en Latinoamérica.
En México se implementó la reforma al sistema de pensiones para el retiro del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en 1997. Las pensiones dejaron de funcionar en un sistema público de reparto para integrarse a un sistema privado de capitalización individual.
“México pasó a un régimen de cuentas individuales; esto quiere decir que a partir de ese momento cada trabajador debe ahorrar por sí mismo a través de una Afore”, dijo Sandra Urbina, quien también es analista de riesgos en Grupo Nacional Provincial.
Los sistemas previsionales en América Latina comenzaron a principios del siglo XX, a través de contribuciones por parte del Estado, del empleador y del trabajador. México fue pionero. En 1904 se creó una ley del trabajo que reconocía la obligación de los empresarios por atender a sus empleados, y en 1943, se creó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y con él, el primer sistema de pensiones.
El dinero de la pensión de la ley de 1973 proviene de una cuenta colectiva que funciona con la recaudación que se hace sobre el salario de los trabajadores activos, quienes financian las pensiones de los trabajadores inactivos.

Quien empezó a trabajar desde 1973 y hasta el 1 de junio de 1997 tiene derecho a jubilarse por esta ley. El mínimo de semanas trabajadas para optar por esta opción son 500 (10 años) y la pensión se basa en un promedio del salario de los últimos 5 años.
Cambios a la ley
En la década de 1990, se gestaron cambios en el sistema de pensiones en México por dos razones. Por un lado, se buscaba reducir la participación económica directa e indirecta del Estado y ceder espacio a los mercados financieros locales e internacionales.
Por el otro lado, el incremento de la esperanza de vida y la disminución de la tasa de natalidad en México generó una desproporción. Se calculó que habría más pensionados que personas económicamente activas en el país, es decir, más dinero destinado a las personas jubiladas que personas generando recursos.
Bajo estas premisas se crearon las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores), instituciones financieras de carácter privado que se encargan de administrar e invertir el ahorro para el retiro de los trabajadores afiliados al IMSS.
Todo trabajador que se dio de alta por primera vez en el IMSS después del 1 de julio de 1997 se pensiona bajo esta ley, donde el dinero de la pensión depende del ahorro del trabajador. El número mínimo de semanas trabajadas antes del retiro es de 1250 (casi 24 años) y el monto que el trabajador recibe es el saldo acumulado en la cuenta Afore.
Un futuro incierto
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) calculó en 2017 el monto de la pensión para un trabajador mexicano bajo esta ley. Según el reporte “Pensions at a Glance 2017”, una persona que cotizó por más de 30 años solo obtendría el 26 por ciento de su último ingreso si realiza solo aportaciones obligatorias a su Afore.
Si en los últimos años de su vida laboral, una persona gana 10 mil pesos (477 dólares), solo recibirá 2 mil 600 pesos (124 dólares) al mes. Si gana 20 mil pesos al mes (955 dólares), su pensión será de 5 mil 200 pesos (248 dólares).

Con los Afores, un porcentaje del salario que recibe el trabajador se descuenta por ley para el ahorro. El patrón y el gobierno aportan otra parte. Este dinero se coloca en una cuenta de Afore que a la vez se divide en cuatro subcuentas: aportación obligatoria, voluntaria, para vivienda y complementaria (deducible de impuestos).
Ante el difícil panorama, en 2019 se incluyó una modificación para hacer más cuidadosa la inversión del trabajador. En vez de fondos de inversión amplios, se establecieron Siefores, sociedades de inversión de acuerdo a la edad del trabajador, a fin de reducir el riesgo de minusvalías (pérdidas).
En diciembre de 2020, el Congreso mexicano aprobó más reformas presentadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Se hicieron cuatro cambios: (1) incrementar la aportación de forma gradual; (2) bajar las semanas de cotización; (3) aumentar la pensión mínima garantizada por el gobierno; y (4) bajar la comisión de las Afores”, dijo Urbina.
Nuevas reformas
Con estas modificaciones, los empleadores tendrán que triplicar las aportaciones que hacen a las Afores, del 5.1 por ciento del sueldo del trabajador al 13.7 por ciento. El incremento se dará de modo gradual, a partir de enero de 2023. El trabajador podrá ahorrar 15 por ciento de su salario base, y el gobierno aportará el otro 1.3 por ciento.
De esta forma, el porcentaje de la pensión mensual aumentará. Ahora, el trabajador recibirá entre el 55 y el 70 por ciento del último salario al momento de su retiro, dependiendo de los años que haya trabajado bajo este esquema.
Además, se trabajará menos tiempo para retirarse. Con la reforma, los trabajadores solo tendrán que cotizar mil semanas, o 19 años, en los sistemas de Seguridad Social. Además, el gobierno otorgará una pensión mínima garantizada, la cual pasará de 3,289 a 4,445 pesos mensuales (de 164 a 222 dólares, aproximadamente).
Otro punto es la reducción en las comisiones que ganan las Afores. De acuerdo con la Comisión Nacional de Ahorro para el Retiro (Consar), actualmente hay diez Afores encargadas de invertir 4,410 millones de pesos (220 millones de dólares) de 65 millones de mexicanos. Por este servicio, cobraban un 0.9 por ciento del total ahorrado a cada trabajador. Con la reforma, no podrán cobrar más del 0.58 por ciento.
“Claro que esto a las Afores no les ha gustado porque dicen que puede causar menos competitividad en el mercado y menos rendimientos para los mexicanos”, dijo Urbina. “Actualmente ya se están empezando a jubilar las primeras generaciones del régimen del 97, pero se están jubilando con la pensión mínima de 3 mil pesos (143 dólares)”.

Recomendaciones para ahorrar para la jubilación
La clave para un retiro digno es educación financiera. La Comisión Nacional para la Protección de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) indica que 1.6 de cada 10 adultos en México (más de 42 millones) no llevan un registro de sus gastos mensuales. Gastan con los ojos cerrados.
Ricardo Olmos, Gerente General de Ualá México, empresa de tecnología de finanzas, recomienda llevar un control minucioso de los ingresos y egresos y hacer una lista de objetivos, incluyendo la jubilación.
Olmos sugiere acercarse a algún experto: “La mejor forma de aprender a manejar tus finanzas es consultando información actualizada de gente especializada”.
Sandra Urbina sugiere tener un plan sin falta: “La recomendación general es ahorrar mínimo el 10 por ciento del ingreso para el retiro, pero hay que adecuarlo a una herramienta de inversión para que ese dinero tenga un rendimiento”, dijo la experta.
(Editado por Melanie Slone y Gabriela Alejandra Olmos)