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Muévete sin problemas con el chachachá cubano

Si tienes dos pies izquierdos, este baile es para ti. 

Reconocido a nivel mundial como un ‘baile latino’, el chachachá le debe su origen y sus bases a la sangre cubana que le dio identidad en la década de 1950.

Este tipo de baile se reconoce con enorme facilidad en cualquier parte del planeta, ya que su ejecución depende del ritmo de la música, que lleva el mismo nombre que el baile.

Una alternativa para personas que desean estudiar y practicar bailes de salón, el chachachá es agradable y fácil de aprender, a pesar de la posible dificultad que puedan tener los pasos por el ritmo latino. El movimiento es más constante, rápido y coordinado, lo que involucra partes del cuerpo que se mueven a la vez.

1, 2, 3, chachachá… Lo que hay detrás de este baile

Enrique Jorrín fue un violinista y compositor cubano que, durante los primeros años de la década de 1950, experimentó musicalmente hasta crear el ritmo del chachachá. Abrió camino, fama y una firme consolidación artística. Su caso es interesante, pues él no buscaba lo que consiguió, sino que deseaba crear melodías fáciles que el público en general pudiera bailar, con movimientos más sencillos.

“En esa época, el ritmo que está en auge era el danzón y estaban creciendo mucho las juventudes de bailadores”, dijo Roberto Caballero, especialista de ritmos caribeños. “Ellos frecuentaban algunos sitios donde podían bailar; Enrique Jorrín decidió hacer unos cambios, movimientos rítmicos en ese danzón, metiéndole un cuento más bonito con la campana, con el timbal, con el güiro, con la conga. Precisamente por ese motivo que eran los jóvenes que querían bailar”.

Su creación devino de inventar ritmos que pudieran bailarse, lentos pero coordinados. Con el tiempo, los bailarines adaptaron muchos pasos del mambo y la rumba, los cuales llevaron hasta la pista de baile, para así crear otros nuevos para este ritmo. Si se tuviera que dar respuesta a la pregunta del por qué se llama ‘chachachá’, es una referencia a la onomatopeya de los pasos mediante los cuales se baila al ritmo de la música.

“Contaba el mismo Enrique Jorrín que, al conjuro de la música que le tocaba él a los bailadores se escuchaba ese sonido onomatopéyico de ‘cha cha chá’”, dijo Caballero, quien es también originario de Pinar del Río, Cuba. “Esta es una parte importante de su origen e historia del por qué se llama así. Si bien muchos los llaman ‘chacha’ está mal; incluso lo iban a llamar ‘neodanzón’, pero fue el sonido del paso lo que le da el nombre que permanece hasta nuestros días”.

People enjoy learning the steps of the cha-cha-chá style. Es divertido aprender los pasos del chachachá. (Arthur Edwards – WPA Pool/Getty Images)

¿Cómo se popularizó el chachachá?

Este género se volvió todavía más famoso que el mambo, en términos sociales, pues era un baile que unía a todos, hasta a aquellos que tenían ‘dos pies izquierdos’. Se esparció al poco tiempo en Estados Unidos y América Latina. Con la visita de Pierre Margolier—un maestro francés de baile de salón e investigador de danzas—a Cuba, este género llegó a una cumbre social muy grande, pues el baile y la música llegaron hasta Inglaterra.

Hablar de chachachá es hablar de un baile fácil de aprender. En la mayoría de sus pasos, el peso principal va en la punta del pie, para apoyar el tacón después, pero en muchos casos solo es la punta, sin tacón. Las piernas van rectas cuando están apoyadas en el suelo, doblándose al dar el paso. Solo puede doblarse una pierna si el peso no está recargando en ella.

Es un ritmo que se adapta mejor con piezas musicales más enérgicas, pero lo realmente importante es que se mantenga un ritmo constante y marcado. Es la excusa perfecta para socializar, pues es un estilo internacional que puede adaptarse al baile social. En la actualidad, se sigue viendo como un baile latino apreciado por los amantes de la música en muchas partes del mundo. Para aquellas personas que disfrutan de bailar salsa o ritmos afrolatinos, puede resultar sencillo de aprender y disfrutar.

(Editado por Melanie Slone y LuzMarina Rojas-Carhuas)

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